domingo

La Iglesia y el preservativo ...!


La Iglesia se contradice a sí misma prácticamente siempre que al Vaticano le da por pronunciarse respecto a algún tema que pueda crear algún tipo de conflictividad moral. En este caso, el del uso del preservativo, no puedo entender como pueden estar pidiendo donaciones y ayudas para evitar la propagación del SIDA en los países más desfavorecidos y a su vez, pedir a los cristianos el NO uso del preservativo. ¿Dónde está la frontera de la lógica para los eclesiásticos?. El SIDA mata a más de 65.000 personas al año en todo el mundo; y, si el SIDA hoy por hoy, lamentablemente, no tiene cura, las ayudas de la Iglesia para esto, si no es para preservativos, ¿Para qué es?. ¿Para investigación?, no creo que la Iglesia sea el medio más apropiado para fomentar la investigación del SIDA, porque entonces algo no me quedaría claro, sería como vender un carro para comprar gasolina o pedir la abolición de las corridas de toro matando a otro toro. Ilógico.

La Iglesia sostiene que "el uso del preservativo implica una conducta sexual inmoral" y por eso "no es posible aconsejar el uso del preservativo". Aún así, el portavoz de la Conferencia Episcopal tiene la poca vergüenza de decir que la Iglesia Católica está "muy preocupada y muy interesada" por este "problema grave" y que los preservativos "tienen su contexto en una prevención integral y global del SIDA". ¡Pero qué poca vergüenza!.

En fin, es lamentable...!

El divorcio, tatuaje que no se borra...!

Jacqui Moore es una paisajista de 41 años que se separó de su marido en 2003 y decidió hacerse un tatuaje que simbolizara la libertad que le ofrecía su nueva vida. La pareja lleva ya casi una década unida y en ese lapso de tiempo Jacqui se ha tatuado el 85% de su cuerpo. Un tatuaje valorado en 13.500 libras, pero que afortunadamente para ella, es obra de su generoso novio y gran tatuador.